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En el mes de Abril, Clara y Adriana viajaron al noreste de Brasil para conocer dos destinos sumamente pintorescos: Porto de Galinhas y Maragogi.

Conocieron  Recife, la “Venecia Brasilera”, atravesada por canales. Es una ciudad costera, con una playa amplia y sumamente cuidada por sus habitantes. Sus  puentes y edificios más antiguos fueron construidos en época de colonia por los holandeses.

El nombre Porto de Galinhas viene de la época de la esclavitud. “Gallinas” era la palabra en clave para avisar que al puerto llegaban esclavos.

Visitaron hoteles, para poder ofrecerte el hospedaje que buscás.

 

En Porto es muy vistosos el centro. La peatonal es súper alegre, ahí se puede encontrar artesanías de gallinitas en todas sus formas y colores, pero también se puede encontrar desde vestimenta típica hasta casas de decoración.

En cuanto a las playas en Porto de Galinhas, la temperatura del agua es muy buena. No es ni muy fría ni tampoco caliente, es la justa para meterse al mar después de un día de calor. El mar es lindísimo y sus playas también.

Tanto Porto como Maragogi son zonas de tiburones, por lo tanto si te dicen no pasar más allá de los bancos de arena o de los arrecifes, entonces hacer caso de eso!

El otoño- invierno de ellos muy cálido con temperaturas tropicales. Un sello característico de la estación son las tormentas imprevistas en cualquier momento del día, pero sobre todo por las noches.

No es raro que en un mismo día llueva, corra viento y salga el sol.

Después de 4 días en Porto se fueron más al norte hacia Maragogi, hay una hora en combi de recorrido.

El mar de Maragogi te sorprende por el color del agua que es de un color turquesa- esmeralda, la arena es más clara y la temperatura más cálida.

Los paisajes en todo momento tanto en Porto como en Maragogi son lindísimos, la mezcla de las palmeras, las flores, y la vida playera son infalibles.